¡Bienvenid@s a tod@s!

Bienvenidos, amigas y amigos que buscan caminos en la Teología... este blog propondrá opiniones, y métodos teológicos desde diversos enfoques carismas y experiencias particulares que podrían iluminar nuestro trabajo teológico. Estas reflexiones provienen de jóvenes religios@s y laicos que se encuentran en camino de formación, en estudios en el Instituto Superior de Estudios Teológicos "Juan XXIII" de Lima, Perú.

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En el Corazón de María

Mg. César Palomino Castro (docente)

miércoles, 14 de julio de 2010

MÉTODO DOMINICANO

El “método dominicano” que proponemos en esta oportunidad intenta integrar tres momentos significativos en nuestro quehacer teológico-pastoral que debe encarnar todo aspirante a dominico; en primer lugar está el contemplar, en segundo lugar el dar lo contemplado y en tercer lugar la comunidad de vida.

El punto de partida de este método es la realidad misma en la que se encuentra el ser humano, por ello, debe tener en cuenta la cultura, la idiosincrasia de cada pueblo para desde allí forjar una respuesta donde la realidad sea iluminada por el evangelio y el evangelio se encarne en la realidad, de este modo, se hará patente el proyecto mismo de Cristo en el mundo de hoy desde la perspectiva de Domingo de Guzman.

1. CONTEMPLAR

El contemplar, en este método, consiste en tener una mirada panorámica (general) del mundo, es decir, ver lo que está aconteciendo, los cambios que se están generando a nivel social, político, económico y religioso tanto en las zonas urbanas como rurales. Tener esta visión global de la realidad nos va a permitir dar el siguiente movimiento que es ni nada más ni nada menos que iluminar este ambiente con la Palabra de Dios.

Por tanto, cuando se contempla la realidad del hombre a la luz del evangelio podemos descubrir que nada de lo humano me es indiferente y, más aún, tendremos plena convicción de que el mensaje evangélico no esta hecho para seres angelicales sino para personas concretas que sienten y buscan una respuesta a sus aspiraciones más profundas. Esto nos lleva al segundo paso.

2. DAR LO CONTEMPLADO

Después de haber contemplado la realidad a la luz del evangelio (paso uno). Este segundo paso es propiamente llamémoslo así, la tarea pastoral, que consiste en transmitir eso que hemos contemplado. Pero este dar lo contemplado no puede ser posible si antes no se ha tenido una experiencia de Dios, si no nos hemos confrontado con lo real, con eso que te desestabiliza, etc. Por tanto, si no nos hemos dejado interpelar por el evangelio, si esa palabra de Dios no se ha hecho vida en nosotros, si no ha suscitado un cambio de vida al estilo de Cristo no podemos suscitar en los otros cambio alguno, porque solo cuando lo dicho anteriormente se ha hecho realidad en nuestra vida podemos decir que realmente estamos transmitiendo lo que hemos contemplado, de modo que generemos credibilidad en quienes escuchan nuestro mensaje. Lo cual nos lleva a un último paso.
3. COMUNIDAD DE VIDA
Los dos pasos anteriores, el contemplar y dar lo contemplado, de los cuales hecho mención de manera general en que consisten desde una perspectiva externa. Este tercer punto es de suma importancia y decisivo, porque todo lo dicho anteriormente va a tomar cuerpo y va a desarrollarse cuando es vivido y expresado en un lugar determinado llamado comunidad pero no en una comunidad cualquiera sino en una comunidad de vida. La comunidad es como el primer escenario donde el contemplar y dar lo contemplado se hacen patentes, porque solo en el intercambio mutuo podemos decir que algo es posible ser transmitido para que genere cambio. Entonces, la comunidad es comunidad de vida cuando asumimos el proyecto de Cristo como nuestro y hacemos que los otros lo hagan suyo también.

Wilmer Marchán Picón


Reynaldo Mollo Riveros

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