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Bienvenidos, amigas y amigos que buscan caminos en la Teología... este blog propondrá opiniones, y métodos teológicos desde diversos enfoques carismas y experiencias particulares que podrían iluminar nuestro trabajo teológico. Estas reflexiones provienen de jóvenes religios@s y laicos que se encuentran en camino de formación, en estudios en el Instituto Superior de Estudios Teológicos "Juan XXIII" de Lima, Perú.

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En el Corazón de María

Mg. César Palomino Castro (docente)

viernes, 10 de junio de 2011

“No tengáis miedo, al contrario den culto al Señor en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar razón de vuestra esperanza”[1] (1P. 3,14-15)

Uno de los grandes desafíos del cristiano de hoy es dar razón de la fe en quien se cree. La exhortación que hace Pedro a las comunidades cristianas de su época es tan actual como si nos los dijera hoy a cada uno de nosotros. Vivimos en un mundo donde el capitalismo, el pensamiento liberal desafían nuestra fe y nos exigen  dar razón de ella. Los cristianos no podemos dar marcha a tras tenemos que saber en quien creemos y para qué creemos. Y más aun cuando testimoniamos a Cristo en lugares hostiles al cristianismo, donde tenemos que convivir con personas que no creen en Él. Por tal motivo, nos queremos dirigir a los cristianos repartido en pequeñas  comunidades en Arabia Saudita; muchas de las veces perseguidos y discriminados por causa del evangelio.

Pedro escribe su primera carta en un contexto de persecución a los cristianos, donde los gentiles ignoraban y cuestionaban todo tipo de esperanza cristina. “El sufrimiento en razón de la fe que profesaban ha sido un de los temas importantes en la iglesia perseguida y primitiva, es decir sufrir por hacer el bien les asemejará a Jesucristo. En el Nuevo Testamento, la comunidad para la cual esta carta está dirigida, por una parte, estaba experimentando una doble marginación, el ostracismo y la incomprensión de un ambiente hostil. Y por otra,  el aislamiento a que les conducía su mismo estilo de vida cristiana, incompatible con el modo de vivir pagano” (Nuevo comentario bíblico San Gerónimo. 1971: 53)

Aunque no existía persecución en el ámbito estatal, la hostilidad y agresividad de paganos hizo que los cristianos vivieran atemorizados, les apartaba de costumbre y practicas paganas, que les hacia parecer gente rara a los ojos de sus conciudadanos paganos. Es así que, “la carta pues tiene la meta de animar y recurrir al valor positivo de compartir la pasión de Cristo mediante la persecución y también el hacer hincapié en la dignidad de la vocación cristina” (Nuevo comentario bíblico San Gerónimo.1971: 54)

Por otro lado, “El apóstol Pedro amonesta que debemos estar preparados a contestar a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza” (Biblia comentada por los padres de la iglesia, Nuevo Testamento II. Pág. 154) Sin duda, la razón de nuestra esperanza es Cristo mismo, es él el punto central de nuestra fe para ello, “es necesario que estemos bien preparados en relación al conocimiento de la fe, para que en toda ocasión, sí se nos pregunta por algo sobre ella podamos responder fácilmente y mostrar en nuestra respuesta la bondad y temor de Dios” (Biblia comentada por los padres de la iglesia, Nuevo Testamento II. Pág.153)

En este sentido, la situación vivida por los cristianos de aquella época refleja la situación en algunos países árabes donde la minoría de cristianos viven atemorizados y sufren cuestionamientos en sus creencias aunque no hay una persecución por parte de los estados, pero no cabe duda que ellos no tienen el derecho como tal, no se les permite celebrar los día domingos, ni las estaciones litúrgicas como la Navidad.

La carta de Pedro es una epístola exhortativa.  Pedro está escribiendo a las comunidades pobres y aisladas que habitan en la diáspora del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Son comunidades pagano – cristinas que viven en Asia Menor y que están sufriendo por su fe. Pedro que vive en Roma escribe esta carta a esta gente para exhortarlos, consolarlos y fortalecerlos en la vida nueva que han recibido.

Esta carta fue escrita por Pedro que es apóstol de Jesucristo y testigo de los sufrimientos de Cristo. “Pedro escribe esta carta con la ayuda de Silvano que era compañero de San Pablo. Esta carta es una homilía o sermón que Pedro esta enviando a los menores cristianos que están sufriendo por su fe. Pedro relaciona sus pensamientos con Isaías (Is.8, 13) “a Yavé Dios de los ejércitos, a él santificar”. En su época  Isaías decía a su pueblo  que no temiesen a los ejércitos invasores de Asiria, sino que reverenciasen a Dios. (Comentario Bíblico, San Gerónimo. 1971: 273-275)

Pedro nos quiere decir que el cristiano debe estar en condiciones de formular su fe en propuestas elementales, para que cuando se le pregunte acerca de su fe, sea capaz de hablar de su creencia cristiana. Debe estar en condiciones de llevar a otros a Cristo y de rechazar las acusaciones de los incrédulos.

Es así que, “cada uno tiene que presentar un testimonio verbal claro del evangelio, sin disminuir ni contradecir su mensaje. Aun en medio de la oposición, en tribunales, ante autoridades, tanto religiosas y civiles, reconociendo a Cristo como Señor absoluto; primeramente en nuestros corazones y en toda la creación. Nuestras respuestas deben ser bien pensadas y guidas por el espíritu de Dios harán un buen efecto en los que nos escuchan atentamente. Por lo tanto, tenemos que prepáranos  constantemente en el conocimiento bíblico y reconocer que sólo Cristo el Señor nos libra de todos los temores y condenaciones de este mundo (Comentario Bíblico, San Gerónimo. 1971: 283)

Siempre existen tensiones con otras religiones y a veces mucha agresividad por parte de los seguidores del profeta Mahoma, contra los seguidores de Cristo. La iglesia católica asido la protagonista en el proceso del ecumenismo entre religiones grandes del mundo, pero no asido recíproco el proceso en muchos países cuya religión es musulmana, esto no es único caso; habido casos más en países de otras  creencias. Hablamos basándonos en esencialmente en un miembro de nuestra familia comboniana que asido elegido obispo de toda la región de Kuwait y Arabia Saudita. Actualmente tiene pequeñas comunidades pequeñas de cristianos y como es suponer ellos viven la experiencias de las comunidades explicadas en la primera carta de Pedro.

Esto exige que los cristianos nos preguntemos si verdaderamente estamos construyendo la unión entre nosotros, que revisemos si estamos siendo coherentes en  lo que decimos con lo que hacemos. Tenemos que trabajar por tener una vida de fe profunda en Cristo, con oración constante y la capacidad de leer la realidad con los ojos de Dios. Tenemos que preguntarnos cómo nos estamos preparando para dar testimonio de Cristo. Tenemos que tener la capacidad y el coraje de ir más allá de nuestros prejuicios con nuestra imagen y nuestros frutos. Seamos  pues conocidos por nuestros frutos (Mt.7, 1 sets.) más no por nuestro protagonismo que muchas de las veces opaca las relaciones y la cercanía con Cristo y con las otras culturas. Tenemos que tener un espíritu ecuménico sin perder nuestra identidad de Cristiano, libre y capaz de poner a Cristo en el centro de todo y estar dispuesto a dejar a Dios que escriba su historia en cada uno de nosotros.

Grupo: África o muerte

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