JOB - CAPÍTULO TERCERO.

I.- NIVEL  LITERARIO  E  HISTÓRICO.

1,1.- Crítica Textual.

El texto resulta de una serie de  momentos redaccionales. El autor de Job centra su atención en la cuestión de Dios en relación con el hombre. El protagonista es un sabio frente a otros (presupuestos) sabios. Job es catalogado por muchos estudiosos como un  diálogo de confrontación (streitgesprach).

En el libro encontramos que entreteje sabiduría, lamento y disputa con elementos jurídicos, mitológicos y teológicos. En cambio, hay una serie de intercambios entre personajes constituidos por extensas exposiciones, donde  se reflexionan y discuten puntos de vista, se presentan observaciones desde la vida y expresan expectativas. Esa forma está en función de la intencionalidad del autor: invita al lector a entrar en el debate, a reflexionar con los personajes, a tomar conciencia del problema tratado.

El libro de Job estructurado como un drama o una tragedia griega, donde no pesan los hechos sino lo dicho a través de contrapunteos, con una trama envolvente que involucra intelectualmente al auditorio. De hecho más que profético, meditativa o devocional, en línea con la corriente sapiencial de su tiempo, Job es una obra eminentemente intelectual: reflexiona sobre Dios y su justicia. 

La familiaridad del genial poeta con el medio ambiente palestino y con las ideas de la Biblia, pero también con la de los pueblos vecinos, en particular de Egipto, aboga por un autor israelita. Pensador profundamente religioso y lleno de un elevado ideal moral, muestra con su comprensión del sufrimiento humano que tiene de Él una experiencia personal.

Finalmente el libro parece ser escrito después del exilio, sin duda no antes del siglo V a.c.  El autor del libro, del principio al fin habla en contra de la doctrina de la justicia  distributiva.

1.2.-Contexto Vital (sitz im lebem)

El contexto vital de una obra se refleja en el de sus personajes. Entre otros aspectos, el hecho de situar el escenario, es decir a Job y sus amigos fuera de Israel (además de ser sus nombres no israelitas) sugiere una necesidad o un deseo  por parte del autor de universalizar la temática. No es algo que se dé solo Israel y entre los Israelitas. La fe de Israel se entra también en la diáspora, en “el Oriente”. Piedad y rectitud se viven también fuera de Israel y entre ricos. Recordemos que en aquel tiempo ya era opinión común que la gente acaudalada había explotado a los pobres: de eso acusará precisamente Elifaz a Job y lo mismo Sofar, mientras que él a su turno confesará su justicia. El autor lleva esa preocupación.

Job es un aristócrata que había sido rico e influyente. Su voz había sido autoridad allí donde vivía. Sus amigos según los estándares de la época, pertenecían a su misma condición social. Por tanto no es exagerado suponer que el autor del libro pertenecía a ese estamento o se movía como uno de ellos. Es decir, se trata de una obra compuesta en un ambiente aristocrático.

En síntesis, la matriz vital de la obra no habrá que buscarla en las discusiones teológicas y en observaciones culturales, sino en una sensibilidad humana ante la desgracia y el sufrimiento injusto. Se trata de “hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente” (Gutiérrez).

1.3.-  Textos Paralelos

El tema de Job (el justo que sufre injustamente) fue muy frecuentado posteriormente en la época asiria, babilónica y persa. Las culturas babilónicas, por ejemplo, cuentan la historia de un rey el cual perdió todas sus posesiones y se enfermó. Rogando piadosamente al dios Marduk, el soberano consiguió que se le restituyeran el trono y la salud. Como se ve, este episodio es muy parecido al de Job. 

Job, está claramente relacionado con Proverbios y el Eclesiastés. Al leer primero Proverbios y después a Job, se ve que el primero transmite enseñanzas basadas en la pura observación empírica, mientras que el segundo contiene una grave reflexión que desconfía de las soluciones fáciles o de las verdades evidentes. El Eclesiastés es incluso más escéptico. El dolor y el sufrimiento como instrumentos de redención reaparecen en el Libro de Daniel (Daniel 12:1-3) y en Sabiduría 2:5.[1]

1.4.- Géneros.

El libro de Job pertenece a la literatura Sapiencial que discurre sobre los grandes temas de la vida, sobre el éxito y la felicidad, sobre la armonía universal. “Por cierto, todos reconocen hoy que no se trata de una Biografía o de una historia real, sino de una composición literaria.”[2]. El género de esta literatura  sapiencial, particularmente del capítulo tercero del libro es el género poema.

II.- NIVEL TEOLÓGICO.

Es conveniente saber que la temática de Job gira en torno a una visión del mundo y de Dios cuya rectitud es cuestionada por la persona del poeta en Job.  Es la manera tradicional de pensar en Dios  y su relación con la persona representadas  por un sistema cerrado que defienden los  amigos, que es confrontada por Job con la realidad con la realidad del mundo sufriente y de contrasentido  concepto de Dios. El tema no es por lo tanto el sufrimiento como tal, sino que es Job frente a Dios, vale decir, la relación de la criatura con su creador.

Según los estudiosos, el tema  que gira en este capítulo como en todo el libro es la teología retributiva. Job está centrado en el tema del mal, particularmente en el sufrimiento inmerecido, el autor está convencido de que Dios es justo, pero su justicia no es distributiva sino  más bien retributiva. El capítulo tiene dos ejes, una el de la luz y la oscuridad y el otro el de la vida y de la muere: uno cósmico y el otro humano, ambos trascendentales.

“Realmente la última desesperanza de la inocencia personal se revela sobre todo en el hecho de que el castigo por la culpa universal se haya de aplicar  en toda su  fuerza y severidad  precisamente en el hombre inocente. El hombre que es personalmente culpable experimenta  - si es que lo experimenta – el castigo de Dios por su propia culpa. Solo el hombre personalmente inocente puede experimentar el castigo de la culpa universal, que no alcanza al culpable en su vida, porque sus pecados personales se interponen entre él y la experiencia de la culpa y castigos universales. Así la ira de Dios se enfrenta con el hombre sin mediaciones”.[3]

III.- NIVEL ACTUALIZANTE.

El texto de Job en su conjunto interesante, pero el tema que se desarrolla en el capítulo tres nos parece aún muy interesante y de actualidad. Job, en el texto se expresa enérgicamente por la desgracia que  le sucede.

Hoy, frente a las desgracias, injusticias, y abusos permanentes de los derechos humanos. ¿Diríamos que aquellos que sufren son responsables y que los grandes que los hacen sufrir, hacen la voluntad de Dios? Yo creo que Dios no quiere que nadie sufra  y lo vemos muy bien en la vida de Jesús que se dedicaba a eliminar toda clase de dolencias. En el contexto social, podemos decir que la retribución es muy importante para que haya paz y justicia, en este sentido cada uno paga por su delito, sus actos. Solo imaginémonos viviendo en un mundo en donde no hay correspondencia entre  acto y consecuencia.

“En la figura de Job, nos encontramos con uno de esos exponentes de la lucha del hombre  por el esclarecimiento de su destino y en el cual todos nosotros podemos reconocernos. Pues es el misterio humano que allí está puesta en discusión”[4]. Por tanto el ser humano continúa con su angustia y no será libre de ella antes de que haya visto a Dios.

La verdadera enseñanza del libro de Job es que se debe mantener la fe incluso en los momentos más penosos y en las circunstancias más injustas, porque eso es lo que Dios espera de nosotros.

Grupo: Los tigres